Publicado el 12-03-2011 17:02
NÍJAR.- En un reciente pleno de la corporación nijareña se ha ratificado la ordenanza reguladora del aparcamiento de vehículos voluminosos, caravanas o furgones en la vía pública, tras la sentencia favorable del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
En 2009 el Ayuntamiento de Níjar publicaba una ordenanza en la que se limitaba el aparcamiento de caravanas o vehículos de ciertas dimensiones en los cascos urbanos porque obstaculizaba el tráfico.
También se prohibía la acampada de estos vehículos fuera de los lugares establecidos para tal fin. Esta ordenanza fue recurrida por algunos particulares y asociaciones de caravanistas. El procedimiento se ganó en primera instancia por la administración local, pero fue nuevamente recurrida hasta llegar al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que ha dado la razón al Ayuntamiento de Níjar.
Desde su ratificación en pleno, la ordenanza ha entrado en vigor y el Ayuntamiento ha manifestado que se velará para que se cumpla. Antonio Jesús Rodríguez, alcalde de Níjar, explica que “no podemos permitir la proliferación de aparcamientos incontrolados. Las caravanas tienen derecho a aparcar donde puedan hacerlo y a acampar únicamente en los camping.
No renunciamos a este tipo de turismo, al contrario, pero de forma ordenada. En años anteriores hemos visto situaciones en zonas como Las Negras, La Isleta o San José en las que las caravanas permanecían aparcadas 6 meses con tendederos de ropa en los balcones de los vecinos, no podemos permitir todo ello”.
El Municipio cuenta con zonas especiales habilitadas para el aparcamiento de estos vehículos en solares municipales en San José, Aguamarga o Las Negras, pero lo que no se puede es pernoctar, lo que se va a vigilar intensamente a partir de ahora.
Esta ordenanza ha supuesto un esfuerzo para la administración y tras la sentencia favorable a su puesta en marcha se han recibido llamadas de ayuntamientos de otros puntos de España que se han interesado por su tramitación para poner en marcha sus propias ordenanzas reguladoras.
Visto esto, solo queda la iniciativa privada, conseguir bvuenos precios por pernoctar y a buscarse la vida.