Desde aquí doy las gracias al compañero Atanasio, peque para los amigos, a los compañeros que lo han ayudado y a su familia que se volco con nostros, por el fin de semana tan agradable que nos ha echo pasar, por su dedicación y trabajo.
Tagle, bien merece un sitio en LABARO, como pueblo amable y agradecido y que quede como recuerdo para futuras convivencias.